sábado, 11 de febrero de 2017

El Palacio de San Benito, un alojamiento que invita a volver

                    
    ¿Y si me pidieras que te recomendara un alojamiento para no olvidar durante mucho tiempo? ¿Y si me dijeras que quieres un lugar único donde el descanso y la historia se mezclen en similares proporciones? ¿Y si  desearas estar rodeado de obras de arte con las que hacer más placentera tu estancia?.  ¿Y si, además, insistieras en que te aconsejara un hotel de los que pueden presumir con mayúsculas de la palabra “especial”?.


         
    Podría parecer una petición inalcanzable pero no es así. Por suerte, a lo largo y ancho de la geografía española podemos encontrar ciertamente numerosos espacios únicos, con encanto, singulares, sin igual, de los que “enganchan”.


    
    Pues bien, en la localidad andaluza de Cazalla de la Sierra, en la sierra norte sevillana, descubrirás uno de ellos: El Palacio de San Benito. Un precioso edificio en el que mucho tiene que ver la labor, entre otros, de Manuel Morales de Jódar para convertirlo en este magnífico proyecto que tantos halagos, buenas críticas, premios y reconocimientos está obteniendo. 


              
    De aquellos comienzos como ermita erigida en el siglo XV, construida por la Orden de Calatrava, hasta nuestros días, como suele decirse, ha llovido mucho
    Siglos de historia donde los avatares y las trasformaciones han sido las lógicas que ha ido ocasionando el trascurrir de los siglos: hospital de peregrinos en la ruta del camino de Santiago, épocas de gloria, los recuerdos y secuelas de un terremoto, años de abandono, etc.



        
    Lo cierto es que, a día de hoy, podemos encontrar un sitio realmente especial. De los que dan ganas de volver porque, en cierta forma, el huésped nota que dormirá entre unos muros que hablan de historia.



       
    Un magnífico comedor con una extraordinaria colección de cerámicas, una galería acristalada repleta de muebles, cuadros, tapices, espejos, grabados, esculturas y una magnífica biblioteca con chimenea de mármol, por citar algunos espacios, van, entre otras cosas, envolviéndonos en esta particular atmósfera. Se nota que miman los detalles y se busca la comodidad del invitado. 



           
    Las habitaciones (con nombres tan sugerentes como “del Rey”, “de la Reina”, “del Dosel Azul”, “de los Grabados”, “del Torero”, “del Infante”, “de Frederick Castet”, “del Militar” o “de los Novios”) son todas distintas, con personalidad y decoración propia. Cada una con su historia, con su particular mobiliario y dejando su singular impronta. Imposible no quedar ensimismado viendo muchos de estos aposentos.


          
    En cierta forma, la vida del edificio gira alrededor de su patio central en la que hay una pequeña fuente, siguiendo la conocida tradición andaluza para estos espacios abiertos, donde el constante movimiento del agua genera una tranquilizante sensación de paz. En definitiva, un pequeño remanso de relajación que el huésped agradecerá ¿Imaginas lo que es tomar el aperitivo o disfrutar de una copa en tan soberbio escenario?.         
    ¿Qué más te puedo decir? Si mis esperanzas eran altas al ver algunas fotografías de este Palacio antes de conocerlo, puedo asegúrate que se sobrepasaron con creces las expectativas. 

            
    No es mi pretensión ir desgranando todo aquello que nos vamos a encontrar. Como en más de una ocasión he escrito, se perdería esa capacidad de asombro que, sinceramente, creo que es buena para el huésped cuando pisa por primera vez este edificio. Digamos que se sale, y para bien, de lo habitual.


         
    En mi opinión, no se trata tanto de enumerar y relatar cuanto ofrece como como de incidir en la sensación personal de haber tenido el privilegio de pernoctar abrazado por siglos de historia. Una vivencia, seguramente, irrepetible.

       
    ¿Cómo explicar lo que es el Palacio de San Benito? Complicado clasificarlo en pocas palabras. 
    No es un hotel al uso. No es un alojamiento rural y sólo eso. Las palabras hotel o alojamiento rural se quedarían incompletas para describirlo. Hay mucho más. Una especie de poliedro donde confluyen diferentes caras: la arquitectura, la escultura, la decoración, la historia, el trato amable al huésped, el entorno, el mobiliario, los recuerdos familiares, la comodidad, el ambiente, ….


            
    Define el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua la palabra especial, entre otros significados, como el que está por encima de lo normal o habitual por significativo o estimado”. No es posible encontrar mejor vocablo para referirme al Palacio de San Benito.


       
    
    Podría decirse que el final de estos párrafos se viene anunciando con anterioridad. Y es que, lógicamente, la conclusión es clara: si viajas por estas tierras andaluzas cercanas al sur de Extremadura (donde interminables extensiones de dehesas y serranías abrigan sus pueblos) no dudes en elegir el Palacio de San Benito para pasar la noche.             
    Creo que te gustará




    Datos útiles:
Web: www.elpalaciodesanbenito.com
Teléfono: 954 88 33 36



    Para finalizar, indicar que este reportaje se publicó en la web del diario español LA RAZÓN el 7 de febrero de 2017. Os dejo el link: 




 

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